#68 Semana 29/09/2023 - ¿Comer menos para estar más sano? La ocurrencia de un pionero en el siglo XVI
La primera persona que lo puso en práctica de forma documentada la idea de comer menos fue un hombre de negocios italiano llamado Alvise Cornaro.
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Algunos ejemplos de últimos artículos son los Dispositivos de Telepatía o BCIs ya existentes, dónde comer carne sintética fabricada con células, cómo contratar servicios de Criopreservación Humana como alternativa a Incineración y Cremación, etc
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Vamos al artículo de la semana.
Estoy leyendo Outlive de Peter Attia.
Ya comentamos algunas de sus ideas en el post sobre como llegar a centenarios, y sobre la blue zone española.
En el libro encontramos ese gran objetivo de Peter en cuanto a longevidad con calidad de vida: Poder jugar con sus tataranietos.
Para ello, Peter propone combatir la aparición de lo que él llama, los cuatro jinetes del apocalipsis: Enfermedad metabólica, enfermedad cardiovascular, enfermedad neurodegenerativa y cáncer.
Trataré en detalle cada uno de esos temas en próximos artículos y las estrategias y tácticas que propone.
Durante el libro, Peter comenta varios casos históricos que han servido para encontrar descubrimientos para mejorar la salud.
Uno de los que me llamó la atención fue el caso de Alvise Cornaro.
La historia de Alvise Cornaro
La primera persona que puso la idea de comer menos en práctica, de forma rigurosa y documentada fue Alvise Cornaro, un hombre de negocios italiano del siglo XVI.
Alvise Cornaro en un retrato con edad avanzada.
Luigi, como lo conocían sus amigos, había logrado éxito con sus negocios inmobiliarios. Disfrutaba una vida de lujos con su mujer en una villa a las afueras de Venecia que tenía incluso su propio teatro. Le encantaba organizar fiestas.
Cuando alcanzó la edad de 40 años se encontró sufriendo lo que él llamaba “un tren de enfermedades”. Dolor de estómago, aumento de peso, sed contínua. Signos que ahora sabemos son claros síntomas de diabetes tipo 2 incipiente.
La causa era obvia. Demasiados excesos. La cura también. Los doctores le aconsejaron parar las grandes comilonas, bebida y fiestas.
Era una auténtica mala noticia para Luigi. Le encantaban sus fiestas. Pero se dio cuenta que tenía que seguir los consejos o no vería crecer a su hija.
Con fuerza de voluntad, se puso como objetivo una dieta espartana que consistía en “12 onzas de comida por día típicamente en forma de algún guiso de pollo”. Algo que era nutritivo, pero que no le sobrellenaba. “Se levantaba siempre de la mesa con ganas de comer y beber un poco más”, según dejó documentado.
Después de seguir un año con este régimen, la salud de Cornaro mejoró considerablemente.
Según escribió: “Me encontré a mí mismo completamente libre de todas mis dolencias”. Siguió con su dieta y cuando alcanzó sus 80 años estaba tan emocionado de haber vivido tanto y en tan buen estado de salud que quiso compartir su secreto con el mundo. Escribió un tratado autobiográfico que llamó "Discursos sobre una vida sobria” (Discorsi della vita sobria). Puedes descargarlo de forma libre aquí.
El mencionado libro de Luigi Cornaro no disfruta de mucha fama hoy en día. Sin embargo, debió conocer mucha difusión durante cientos de años dado que Friedrich Nietzsche lo menciona en su obra El Ocaso de los Ídolos escrito a finales del siglo XIX, más de trescientos años después de la publicación inicial de la obra de Cornaro.
La dieta de Cornaro entroncaba, además, con una filosofía de vida moderada. La moderación dietaria y la moderación vital se funden en una filosofía que le ayudó, según cuenta, a superar reveses personales, evitar la ansiedad y mantener la vitalidad hasta el final de sus días.
En este sentido, el autor no lamenta su avanzada edad en ningún momento. Muy al contrario, llama la atención la entusiasta defensa que el autor hace de la vida en la tercera edad. A juicio de Cornaro, se trata del mejor periodo de la vida del ser humano.
Gracias a la práctica de la contención dietaria, el autor relata encontrarse – a la edad de 91 años – en perfectas condiciones cognitivas y físicas. Tanto es así que, a esta edad, manifiesta (en su cuarto discurso) que su mente es incisiva y clara; su juicio sensato; su memoria, tenaz y su voz tan fuerte y sonora que se encuentra obligado a cantar sus plegarias por la mañana y por la noche a pleno pulmón, a diferencia de lo que ocurría en sus años de juventud.
A partir de este libro y sus descubrimientos se llevaron a cabo numerosos estudios sobre restricción calórica, dietas hipocalóricas, densidad nutricional.