#71 Semana 20/10/2023 - Hernias discales. ¿Se pueden reabsorber? ¿Cómo recuperarse del dolor y radiculopatía asociada?
Debido a mi lesión por hernia discal estoy estudiando mucho sobre recuperación en este tipo de lesiones. Hoy Saúl Sánchez nos ayuda a entender la evidencia de la recuperación de hernias discales
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Vamos al artículo de la semana.
La semana pasada publiqué un artículo invitado por parte de Pedro de
donde hablábamos de la debilidad y su relación con el dolor y el daño. Sobre todo en el caso de la espalda.Os comentaba también que había tenido una lesión después de muchos años entrenando esquivándolas.
Un mal movimiento entrenando con carga después de una gastroenteritis, me ha llevado a sufrir un episodio de hernia discal.
Os recomiendo leer el artículo de la semana pasada para que veáis que el dolor agudo causado por un mal movimiento como el mío desaparece casi siempre en pocas semanas. Una vez detectado el daño, el cuerpo empieza a repararlo, pasando por las etapas de inflamación, proliferación y remodelación.
Tras haber sufrido entrenando un episodio de hernia discal con radiculopatía y mejorar en 3 semanas he querido seguir profundizando en tratamientos y evidencia sobre la recuperación de hernias discales.
En esta ponencia del Dr. Jaramillo (Es una conferencia de médicos para médicos. Hay algunos conceptos que puede que se escapen pero es muy interesante para conocer el abordaje de este tipo de lesiones por parte de traumatólogos en su práctica real) puedes entender la diferencia entre
Radiculopatía: Es un síndrome donde, además del dolor, hay una alteración objetiva en la parte motora asociada al dermatoma afectado.
Radiculalgia: Es el síntoma doloroso, generalmente de características neuropáticas, que se manifiesta en la región de uno o más dermatomas.
Dermatoma: Es la región de la piel en la que la sensibilidad se encuentra bajo el control de un solo nervio raquídeo o espinal junto con su ganglio espinal
Prevalencia: Es una causa común de consulta. Principal causa de dolores neuropáticos.
Causas de radiculopatías. Hernia de núcleo pulposo. Estenosis del canal espinal. Infecciones, neoplasias, neuralgia postherpética, neuropatías inflamatorias.
Banderas Rojas a tratar rápido. Edad <20 o >55 años. Trauma reciente. Antecedentes de cáncer. Uso crónico de esteroides. Inmunosupresión. Dolor nocturno, fiebre, pérdida de peso.
En caso contrario, mejor tratamiento conservador. Reposo relativo Alimentación, descanso, proteína, HMB Ejercicio en la medida de lo posible
Evaluación: Identificar factores precipitantes y aliviantes. Examen físico detallado. Evaluación de sensibilidad, fuerza, y arcos de movimiento.
Pronóstico: 60% mejoran en 3 meses. 30% pueden desarrollar síntomas crónicos.
Optimista tras ir viendo mi buena evolución y que realmente los traumatólogos insisten en que no siempre hay correlación entre lo que se ve en la resonancia y en la clínica.
Muchos tenemos la tentación de hacerse una radiografía o resonancia magnética para evaluar el problema, pero casi siempre es mala idea. Hacer pruebas de imagen en fase temprana provoca comúnmente más tratamientos innecesarios y peores resultados a largo plazo (detalle, estudio, revisión, estudio).
La foto de la resonancia en un momento concreto es como la foto de un atasco de coches en carretera. Puede ser muy escandalosa, pero no sabemos como va a evolucionar. La clínica, estado y evolución del paciente se pondera más por los médicos a la hora de decidir tratamientos.
Las pruebas de imagen en adultos mayores poco después del dolor inicial pueden conducir a una cascada de intervenciones posteriores que incrementan los costes sin ningún beneficio
Con toda esta información vi a Saul Sánchez, una de las personas que más sigo en Twitter por sus magníficas publicaciones sobre nutrición y salud en general siempre basadas en evidencia científica publicar un par de tweets con evidencia científica de recuperación de hernias.
Así que le pedí si le apetecía publicar un post invitado sobre el tema.
Aceptó, y aquí os traigo orgulloso un artículo invitado.
Os recomiendo encarecidamente seguir a Saúl en Twitter y en su newsletter dónde periódicamente publica contenido de mucha calidad sobre salud que es difícil encontrar en otro sitio.
Recuperación de hernias discales
La hernia discal ha sido una de las lesiones más temidas por parte de la población general durante muchos años. Era motivo de intervención y a menudo cursaba con un dolor que llegaba a ser incapacitante. Sin embargo, tanto el tratamiento como el pronóstico han variado mucho durante los últimos tiempos, consiguiendo así un manejo óptimo del problema.
Mi nombre es Saúl Sánchez (@saulnutri) y hace unos meses publiqué en mi cuenta de X un metanálisis que nos mostraba que existe una regresión de la hernia lumbar sintomática tras una media de 10,5 meses.
Desde luego es un dato esperanzador, ya que este lesión tiene una prevalencia alta en la sociedad y muchas personas se preguntan tras el diagnóstico si su vida volverá a ser como antes. Afortunadamente en la actualidad podemos decir en una gran mayoría de casos que sí, siempre y cuando se aplique el tratamiento adecuado.
¿Qué es una hernia discal?
Definimos hernia discal a un tipo de lesión a través del cual el núcleo pulposo de la columna vertebral es forzado a pasar a través de una parte debilitada del disco. Esto puede llegar a ejercer una presión sobre los nervios cercanos o sobre la propia médula espinal, lo que conlleva la aparición de dolor.
Generalmente las hernias se suelen localizar en la zona cervical o lumbar, ya que son las regiones que están sometidas a más fuerzas constantes y presiones. Cuando existe debilidad muscular puede ser que la estructura sufra y que el riesgo de lesión aumente. Además hay varios factores de riesgo como el sobrepeso, el sedentarismo o las malas posturas a la hora de levantar objetos pesados que no se deben obviar.
Respecto a la sintomatología, generalmente esta se caracteriza por un dolor punzante y agudo que puede llegar a extenderse por alguna de las extremidades. Esto dependerá de los nervios afectados o comprimidos. En ocasiones hasta se experimenta una reducción de la fuerza muscular o un empeoramiento de los síntomas tras estar varias horas sentado o acostado.
Para la detección de este tipo de lesión se suele realizar una primera exploración física, aunque el método considerado como “gold estandar” es la resonancia magnética. Aquí puede verse con precisión el grado de afectación del disco y la gravedad de la lesión.
¿Se curan las hernias de disco con el tiempo?
Tradicionalmente la hernia discal se ha tratado con reposo e antiinflamatorios hasta la remisión del dolor. Si la fase aguda no terminaba o los síntomas empeoraban se valoraba la intervención quirúrgica con el objetivo de sustituir el disco para evitar la problemática. Podría resultar eficiente a corto plazo, pero con el paso de los años el riesgo de experimentar otra hernia en una parte cercana a la zona de la primera aumentaba.
En la actualidad el tratamiento ha dado un giro de 360 grados. Ya no se recomienda el reposo casi en ninguna situación. Más bien todo lo contrario. El trabajo de fisioterapia va muy encaminado a mejorar la movilidad articular general y a incrementar los niveles de fuerza muscular. Al final, si se consigue un tejido magro suficientemente competente se reduce mucho el dolor y la posibilidad de progresión de la hernia. Esto no solo es clave en la prevención, sino también una vez que la lesión se ha detectado.
De hecho, a día de hoy tenemos evidencias conforme los pacientes de dolor lumbar responden muy bien a las terapias con ejercicio. Involucrando los diferentes músculos de la espalda y mejorando la fuerza en los mismos se consigue un resultado muchas veces superior al que ofrece la terapia farmacológica.
Además, en contra de lo que se creía hace décadas, las hernias discales pueden reabsorberse parcial o totalmente. Es más, la mayor parte de los sujetos adultos sufre alguna de estas alteraciones en algún momento de su vida, generalmente sin síntomas asociados. Pero hasta las sintomáticas son capaces de mejorar espontáneamente con el paso del tiempo. Con mayor facilidad si se fortalece la musculatura de la zona y se realizar un trabajo de fisioterapia adecuado.
Los mecanismos que explican la reabsorción de la hernia serían los siguientes:
Realojo del disco herniado en el espacio intervertebral.
Desaparición del fragmento herniado por mecanismos de deshidratación y retracción.
Progresiva resorción del tejido herniado por fagocitosis y degradación enzimática
Pulsión del líquido cefalo-raquídeo.
Será determinante entrenar con cargas, aunque con movimientos controlados al principio. Hay que respetar las técnicas de los diferentes levantamientos para ejecutarlos de forma segura. No solo es importante prestar atención a la fase concéntrica del movimiento, sino también a la fase excéntrica y a la amplitud del gesto en general. A parte hay que entender el cuerpo humano como una cadena muy bien conectada, por lo que el trabajo ha de ser armónico.
Bajar peso para tratar la hernia discal
Aunque el trabajo de fuerza es uno de los pilares del tratamiento, no debemos perder de vista la importancia de mejorar el estado de composición corporal. Alcanzar un peso adecuado será determinante para reducir la presión a la que la columna está sometida. Esto facilitará la reabsorción y reducirá la sintomatología de la hernia.
Por ello es recomendable acompañar la programación de ejercicios con una pauta dietética suficiente en proteínas pero ligeramente hipocalórica (si existe sobrepeso previo) para facilitar así la oxidación de las grasas. Lo más interesante suele ser manipular las dosis de carbohidratos hacia abajo, ya que los lípidos provocan mayor saciedad, al tiempo que se plantea una dieta basada en alimentos frescos.
Algunos suplementos pueden tener sentido durante la fase de tratamiento de la hernia. La creatina sería uno de ellos, para mejorar la ganancia de fuerza muscular. Con el omega 3 conseguiremos un control sintomatológico más eficiente, determinante en los momentos iniciales de dolor agudo. El uso de algunas cremas o aceites de CBD podría ser interesante también.
¿Qué tratamientos para las hernias son más eficaces?
Como has visto, las hernias no se consideran hoy en día tan problemáticas como antaño. Con una buena terapia de ejercicios y fisio se puede controlar y reducir la sintomatología, reanudando pronto la práctica deportiva. Además en un porcentaje significativo de los casos se experimentará una reabsorción espontánea con el paso del tiempo.
Eso sí, hay que identificar bien los factores desencadenantes en cada caso. Si existe un problema de base, ya sea estructural o de hábitos de vida, y este no se arregla, aunque la sintomatología se resuelva es posible que vuelva a aparecer otra hernia en un futuro. Por ello no solo es importante centrarse en el dolor, sino también en la causa.
Como norma general conviene fortalecer los músculos que rodean la zona afectada a través de ejercicios con peso. Lo ideal es utilizar máquinas o elásticos en un principio para controlar bien la intensidad aplicada y asegurar una correcta técnica de ejecución. Esto último será muy importante para no sufrir recaídas. Además habrá que mejorar la estabilidad de las articulaciones circundantes. Para ello el trabajo de fuerza se ha de combinar con un incremento de la movilidad.
Apoyar este tratamiento principal con masajes, estiramientos u otras técnicas propias de la fisioterapia puede ayudar a resolver la sintomatología aguda. Hasta el calor puede actuar como calmante en algunos casos. Eso sí, siempre que sea posible habrá que evitar el uso de fármacos antiinflamatorios por su efecto controvertido con la capacidad de reabsorción.
¿En cuánto tiempo se reabsorbe la hernia?
Los metanálisis más recientes que estudian el fenómeno de la reabsorción comentan que el proceso dura una media de 10,5 meses. Ahora bien, las poblaciones incluidas son muy heterogéneas. En una población de atletas o de personas que se mantengan en buena forma física la duración del proceso podría ser bastante inferior. De hecho ya hay casos de deportistas que han vuelto a su actividad normal en un par de meses.
Quizás lo más complicado sea controla la fase aguda inicial, ya que puede ser ciertamente incapacitante. Pero una vez superada e introducido el estímulo de fuerza con buen planteamiento enseguida empieza a mejorar la sintomatología. Hay que tener algo de paciencia, eso sí. Y seguir las indicaciones del fisio.
Referencias bibliográficas
Martínez-Quiñones, J. V., Aso-Escario, J., Consolini, F., & Arregui-Calvo, R. (2010). Regresión espontánea de hernias discales intervertebrales. A propósito de una serie de 37 casos [Spontaneous regression from intervertebral disc herniation. Propos of a series of 37 cases]. Neurocirugia (Asturias, Spain), 21(2), 108–117.
Demirel, A., Yorubulut, M., & Ergun, N. (2017). Regression of lumbar disc herniation by physiotherapy. Does non-surgical spinal decompression therapy make a difference? Double-blind randomized controlled trial. Journal of back and musculoskeletal rehabilitation, 30(5), 1015–1022. https://doi.org/10.3233/BMR-169581
Jeong, D. K., Choi, H. H., Kang, J. I., & Choi, H. (2017). Effect of lumbar stabilization exercise on disc herniation index, sacral angle, and functional improvement in patients with lumbar disc herniation. Journal of physical therapy science, 29(12), 2121–2125. https://doi.org/10.1589/jpts.29.2121