#3 Semana 25/6/2022 - Teoría de la pescadería
Somos perezosos, vagos y enfermos. Aprovecha la teoría de la pescadería para evitarlo y conseguir salud óptima
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Vagos, perezosos y enfermos
Es normal ser vagos. Perezosos. Es lo que nuestro cerebro de Homo Sapiens nos pide. Pero si le hacemos caso enfermaremos.
Hay que entender que nuestro cerebro es genéticamente el de un Homo Sapiens. Una especie que fue la que mejor se adaptó al entorno de hace 200.000 años. Un entorno lleno de peligros y de escasez. La prudencia era un valor que nos hacía sobrevivir. Somos descendientes de prudentes. Los vagos, perezosos que menos arriesgaban, sobrevivían. El Homo “Aventureris” que decía: “Vamos a dar una vuelta a por la sabana de noche a ver qué hay” moría sin descendencia. Sólo arriesgábamos para sobrevivir. Poder comer, salvar nuestra vida o la de los demás o algo realmente importante.
Gracias a nuestras capacidades, durante estos miles de años, hemos conseguido modificar el entorno en el que vivimos hasta llegar a nuestros días. Ahora hay abundancia por todos los lados y podemos por primera vez en la historia vivir sin hacer ningún esfuerzo. Ninguno. No pasa nada si no trabajamos. No pasa nada si no hacemos deporte. No pasa nada si comemos mal. No pasa nada si no nos relacionamos con personas. Sobrevivimos igualmente.
Eso sí. Sobrevivimos muy enfermos. Con enfermedades que nunca antes habían existido en los Homo Sapiens: Diabetes tipo II, obesidad, hipertensión, depresión, ansiedad. ¿Cómo es posible?
Antifragilidad, Hormésis y Teoría de la pescadería
Marcos Vázquez y Nassin Taleb lo explican muy bien. Es anti-intuitivo, pero nuestro cuerpo necesita y se beneficia de ciertos estresores. Alcanza su salud óptima y mayor potencial cuando se encuentra en un entorno más parecido al que le seleccionó como especie mejor adaptada hace 200.000 años. Y en ese entorno había que hacer esfuerzos.
No hay que rechazar los avances modernos en medicina, tecnología y ciencia. Simplemente hay que entender que genéticamente somos la misma especie y evitar estímulos que nos hagan enfermar.
Los que sí entienden bien el funcionamiento de los genes y el cerebro de los Homo Sapiens son las empresas que te venden productos o servicios.
Esas empresas saben que tu cerebro es vago y perezoso. Que busca comodidad. Les da igual que esa comodidad te enferme, porque ellos sólo quieren ganar dinero.
Por eso te anuncian sin parar: ¡No te muevas! Ya te traigo yo comida (basura) a casa. ¡No hagas nada! ¡No te esfuerces!
Y sin embargo. Nosotros engordamos. Se nos hinchan las piernas. Tenemos sarcopenia. Estamos deprimidos. ¿Cómo puede ser? ¡Si tenemos abundancia inmediata y accesible!
La Teoría de la Pescadería
Cuando escucho a algún amigo que quiere pedir “comida a domicilio” para cenar o “pedir compra a domicilio” para evitar ir al supermercado, intento convencerle para que no lo haga. Cuando escucho a algún amigo decir que le molesta limpiar, preparar la comida, o esperar la cola. Le invito a hacerlo.
Somos un Homo Sapiens, y hasta que no podamos autoevolucionarnos modificándonos el ADN y siendo otra especie, tenemos que entender cómo funcionamos y qué estímulos espera nuestro “Wetware” para funcionar óptimamente.
Y nuestro “sistema” espera y se fortalece de los esfuerzos, de la frustración, de la planificación, de las relaciones sociales, del movimiento, del foco y la atención en la naturaleza y de los alimentos naturales sin procesar.
Así que en la medida de lo posible sigue la “Teoría de la pescadería” y recibe estímulos que optimizan tu salud.
Antes de cenar, planifica esa cena. De ese modo dejarás de estar en la pantalla del PC o móvil. El pescado salvaje es una de las mejores opciones por su concentración de nutrientes. Además vivimos en uno de los mejores países del mundo para comprarlo a buen precio en cualquier sitio. Sardinas, merluza, boquerones, mejillones, bacalao… Las opciones son variadas y evitarás comer procesados que inflaman tu cuerpo y no tienen nutrientes.
Camina hasta el supermercado. El movimiento le hace bien a tu cuerpo y a tu cerebro. Espera la cola en la pescadería. En cierto modo tu sistema de Homo Sapiens está preparado para la espera y para la frustración. ¿Hay mucha cola? Mejor. Las cosas en el entorno donde estábamos adaptados mejor que otras especies no se conseguían sin paciencia. A veces el antílope se escapaba. Los peces se fugaban o nos robaban los frutos recolectados. Ahora lo tenemos todo y fácil. No entrenamos la tolerancia a la frustración, que es natural y nos fortalece.
Habla con el pescadero/a. Pregúntale sobre los mejores pescados, mares donde habitan, formas de cocinar… Las relaciones sociales son imprescindibles para nuestros genes y nuestro “sistema sapiens” las espera y se beneficia de ellas.
Espera la fila para pagar. Paciencia de nuevo frente a la inmediatez y el capricho. Esfuerzo vs Pereza. Cuando consigues algo por ti mismo, te fortaleces. Tienes más autoestima. Además estás exponiéndote a la luz, que quizá ya es de espectro rojo y hace que te sincronices mejor tus ciclos circadianos que esa luz azul de las pantallas que rompe tu ciclo de melatonina y no te deja dormir.
Ahora tendrás que preparar la cena. Cocinar. ¿Una pérdida de tiempo? O quizá una oportunidad para estar focalizado en una actividad más natural y que nuestro cerebro espera. Oler, ver y pensar en la comida es el inicio real de la digestión y de la alimentación. Si puedes cocinar para alguien más que para ti, mejor aún. Al cenar. Mejor conversar y sin pantallas. Es lo que nuestros genes esperan y se verán beneficiados.
¿Hay que recoger y guardar las sobras y limpiar? Mejor. Esfuerzo de nuevo. Físico y de planificación.
La Teoría de la Pescadería es un concepto que me encanta para representar todo lo bueno que tiene el esfuerzo, movimiento, foco, planificación, naturaleza, relaciones humanas frente a capricho, pereza, inmediatez, dispersión de atención, procesamiento y aislamiento.
Se inteligente y optimiza tu salud. Seguro que puedes encontrar la teoría de la pescadería en muchos más lugares de lo que piensas.
Hasta la semana que viene. Si tienes algún comentario puedes escribirme a gruizu@gmail.com